La separación entre los socialistas y los comunistas, entre los partidos socialistas y los partidos comunistas europeos, no se debió en sus principios a diferencias esenciales en los respectivos programas, sino que tuvo como ocasión las distintas posturas que tomaron los partidos obreros frente a sus Estados correspondientes en la llamada primera guerra mundial. Eran conscientes de que los protagonistas de la misma no eran los obreros, ni los intereses que se ventilaban eran los suyos, sino los de los capitalistas que se los disputaban entre ellos, y por tanto se oponían a que sus Gobiernos respectivos participaran en la misma. Sin embargo, algunos partidos obreros apoyaron a sus Gobiernos, rompiendo así lo que parecía en aquellos momentos un objetivo importantísimo: conseguir un frente obrero europeo, en contra del frente capitalista. No fue así, y los obreros se vieron así enrolados en una guerra entre sus países que los dividió y los convirtió en enemigos en el frente de guerra.
Esto fue el comienzo de la separación entre comunistas y socialistas. Al mismo tiempo, y relacionado con él, había otro motivo.
En Rusia habían ocupado, a consecuencia y con ocasión de la misma guerra, todos los poderes del Estado, los bolcheviques, un partido que enseguida pasó a llamarse partido comunista de Rusia. Se formó una unión, una federación de estados vecinos, donde también habían tomado el poder los comunistas, y pasaron a constituir la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (la U.R.S.S.). Como vemos, aunque eran comunistas seguían llamándose “Socialistas”.
Los Soviets (Consejos) eran unos organismos de gobierno formados por obreros, soldados y campesinos, que se crearon en cada pueblo, en cada ciudad, y que luego se dividían por sectores. En realidad nunca tuvieron el poder, pero sí acabaron dando el nombre al nuevo régimen soviético. El partido comunista era el verdadero dueño de todos los poderes del Estado (Gobierno, Parlamento, Ejercito), y de todas la propiedades industriales, agrícolas, etc. del país.
Frente a este Estado nuevo, visto por toda Europa como el primer Estado obrero del mundo, los partidos socialistas tenían que tomar postura. Una parte de sus afiliados formaron nuevos partidos que se decidieron por ponerse al lado de sus “hermanos comunistas”. Otros siguieron militando en sus antiguos partidos socialistas. Los primeros son los que hoy conocemos como los partidos comunistas europeos.
Este proceso de separación fue muy complicado, muy duro y muy largo en el tiempo. El partido comunista ruso pasó a convertirse, en unos años, de ser un partido socialista más, como uno cualquiera de los países europeos, a dominar los organismos de un Estado que pasó a ser una de las dos superpotencias del mundo, la URSS.
Todos los partidos obreros europeos que tomaron la opción de Rusia, es decir, los partidos comunistas, se convirtieron prácticamente, en representantes en su país del régimen soviético; y esto, por una parte los beneficiaba y por otra los perjudicaba.
Los partidos socialistas, por su parte, quedaron en una situación, a su vez, muy comprometida. Eran organizaciones de los obreros, pero no conectaban con el único Estado obrero que funcionaba en el mundo.
Vemos, por tanto, que en un principio, los partidos obreros eran todos socialistas. Con el nacimiento y el funcionamiento posterior del Estado ruso (soviético, comunista), los partidos europeos que se alinearon con él, pasaron a llamarse comunistas, y a seguir su modelo y su programa.
En los años 50 del siglo pasado estos partidos inician un movimiento de desencuentro con el partido “padre” ruso, movimiento que madura y acaba en una clara separación de los partidos comunistas europeos con el ruso. Este movimiento se conoció como “eurocomunismo”.
En la actualidad, el partido comunista ruso perdió el control del poder, y ya, por tanto, no sirve de modelo de ningún partido comunista europeo. Ahora, en los partidos comunistas europeos, el nombre no aclara nada sobre su contenido, su programa, sus ideales; ha pasado a no ser significativo, a no saberse qué significa el nombre comunista.
Nuevo encuentro en el camino.-
Los socialistas a partir de la existencia del partido soviético en el poder en Rusia, y del tirón de éste sobre los partidos comunistas europeos, creyeron necesario separarse claramente de este camino, y señalar el suyo propio. Este proceso desembocó en establecer claramente, en su ideario y en sus estatutos, que no perseguían tomar el control de los organismos del Estado por la fuerza, y que si lo conseguían pacíficamente, de esta misma forma podían perderlo sin oponer a ello la violencia.
Como quiera que los comunistas europeos, en los últimos años 50 del siglo pasado, habían iniciado un movimiento en el mismo sentido (rechazar la toma violenta del control de los organismo del Estado y admitir la existencia de fuerzas políticas-partidos- del “adversario” –ya no era “enemigo”- de clase), nos encontramos nuevamente con dos partidos (comunistas y socialistas) que representan y defienden los intereses obreros, con programas, objetivos y maneras (métodos), que un simple trabajador tendría, tiene, serios inconvenientes, para saber sus diferencias. Pero lo más inquietante no sería que no diferencie entre comunistas y socialistas, sino que no alcance a saber qué significa ser socialista o ser comunista en el siglo XXI.
En eumed.net: |
![]() 1647 - Investigaciones socioambientales, educativas y humanísticas para el medio rural Por: Miguel Ángel Sámano Rentería y Ramón Rivera Espinosa. (Coordinadores) Este libro es producto del trabajo desarrollado por un grupo interdisciplinario de investigadores integrantes del Instituto de Investigaciones Socioambientales, Educativas y Humanísticas para el Medio Rural (IISEHMER). Libro gratis |
15 al 28 de febrero |
|
Desafíos de las empresas del siglo XXI | |
15 al 29 de marzo |
|
La Educación en el siglo XXI |